jueves, 29 de febrero de 2024

Ulfilas: El obispo godo que convirtió a su pueblo al cristianismo


Ulfilas (c. 311-383), también conocido como Wulfila, fue un obispo, misionero y traductor godo que jugó un papel fundamental en la cristianización de los godos. Nació en una familia cristiana de origen griego en una región del Imperio romano que hoy es Bulgaria.

Infancia y juventud

Ulfilas nació en el seno de una familia cristiana acomodada. Su padre, un presbítero, le dio una educación cristiana y le enseñó a leer y escribir en griego. Ulfilas también aprendió el idioma gótico, que era hablado por su pueblo.

Desde su infancia, Ulfilas mostró una gran inteligencia y una fuerte vocación religiosa. Se convirtió en un experto en la Biblia y en la teología cristiana.

Embajador de los godos

En 332, Ulfilas fue enviado como embajador de los godos al emperador Constantino I el Grande. Allí, se convirtió al cristianismo arriano, una forma de cristianismo que sostenía que Jesús era un ser creado por Dios. Constantino nombró a Ulfilas obispo de los godos y le encargó que evangelizara a su pueblo.

Traducción de la Biblia

Ulfilas se dedicó a la tarea de traducir la Biblia al idioma gótico, una lengua germánica que se hablaba en la época. Para ello, desarrolló un alfabeto gótico basado en el alfabeto griego. La traducción de Ulfilas de la Biblia es la más antigua traducción conocida de la Biblia a un idioma germánico.

La traducción de Ulfilas de la Biblia fue una obra monumental que tuvo una gran influencia en el desarrollo de la cultura y la religión germánicas. La Biblia en gótico fue la primera obra escrita en un idioma germánico que se conserva en la actualidad. Su difusión ayudó a que el cristianismo se arraigara entre los godos y otros pueblos germánicos.

Fundación de iglesias y escuelas

Ulfilas también fundó numerosas iglesias y escuelas entre los godos. Su labor ayudó a que el cristianismo se convirtiera en la religión dominante entre los godos.

Ulfilas fundó una escuela episcopal en Nicomedia, donde se formó a los primeros sacerdotes y obispos godos. También fundó iglesias en diversas ciudades godas, como Sirmium, Singidunum y Tomis.

La influencia de Ulfilas

La obra de Ulfilas tuvo una gran influencia en el desarrollo de la cultura y la religión germánicas. Su traducción de la Biblia fue la primera obra escrita en un idioma germánico que se conserva en la actualidad. Esta traducción ayudó a que el cristianismo se convirtiera en la religión dominante entre los godos y otros pueblos germánicos.

La labor misionera de Ulfilas también tuvo un impacto significativo. Fundó numerosas iglesias y escuelas entre los godos, lo que ayudó a difundir el cristianismo entre este pueblo.

La conversión de los godos al arrianismo también tuvo una influencia significativa en la historia de la Iglesia cristiana. El arrianismo fue una forma de cristianismo que surgió en el siglo IV. Esta doctrina sostenía que Jesús era un ser creado por Dios, lo que lo colocaba en un nivel inferior a Dios Padre.

La conversión de los godos al arrianismo provocó un conflicto dentro de la Iglesia cristiana. El arrianismo fue condenado por el Concilio de Nicea en 325, pero siguió siendo una doctrina importante entre los pueblos germánicos.

Ulfilas murió en el año 383, sin haber logrado reconciliar las diferencias doctrinales con la Iglesia Católica Romana. A pesar del conflicto, su labor misionera entre los godos fue un éxito rotundo, convirtiéndolos al cristianismo y sentando las bases para la formación de reinos germánicos cristianos en Europa.

sábado, 24 de febrero de 2024

Hermanarico, rey de los greutungos

Hermanarico, también conocido como Aírmanareiks en gótico, fue un rey godo que reinó entre los años 340 y 375. Nació en algún momento de la década de 260, probablemente en la actual Ucrania, y pertenecía a la dinastía de los Amelungos.

Hermanarico sucedió a su padre, Aquiulfo, en el año 340. En ese momento, los godos estaban divididos en dos grupos principales: los greutungos, que habitaban en la actual Ucrania, y los tervingios, que vivían en la actual Rumanía.

El reino de Hermanarico se extendía desde el río Danubio hasta el mar Báltico. Incluía territorios que hoy pertenecen a Ucrania, Rumanía, Moldavia, Polonia, Bielorrusia, Rusia y Letonia. Hermanarico fue un hábil gobernante y militar, y logró mantener su reino unido y próspero durante más de 30 años. Al este del Don tenía a los alanos como vecinos y al oeste del Dniéster a los tervingios.

Hermanarico fue un aliado de los romanos durante la mayor parte de su reinado. Los dos pueblos cooperaron para luchar contra los hunos, una tribu nómada que amenazaba a ambos imperios. Sin embargo, las relaciones entre los godos y los romanos se deterioraron en los últimos años del reinado de Hermanarico.

En el año 375, los hunos invadieron el reino de Hermanarico. El rey godo luchó con todo su ejército, pero no fueron rivales para las tácticas salvajes de los hunos y, sobre todo, para sus arcos asimétricos. Tras su derrota, viéndose viejo y completamente derrotado, decidió suicidarse y su hijo Vitimiro le sucedió como rey. Vitimiro intentó juntar el ejército que le quedaba y dio batalla a los alanos, aliados de los hunos, pero fue también derrotado y murió en batalla. El siguiente en la sucesión era su hijo Viderico, pero como era demasiado joven para gobernar, el poder real pasó a manos de sus subordinados Alateo y Sáfrax, que intentaron buscar ayuda en sus parientes tervingios.

Hermanarico era conocido por su duro y belicoso carácter y mandó ajusticiar a su esposa Sunilda, atándola a cuatro caballos que la desmembraron al tirar cada uno en una dirección, acusada de adulterio con el hijo del rey Randver. Este hecho, que tiene poco de histórico, lo relata Jordanes, que aunque sea falso, muestra el carácter que perduró en el consciente colectivo de este rey godo.




martes, 20 de febrero de 2024

Atanarico, el final de una saga

Atanarico nació alrededor del año 328, hijo del jefe Aorico y nieto de Ariarico. Se crió en un contexto de constantes enfrentamientos con el Imperio romano, lo que forjó su carácter guerrero y su determinación antirromana. Ascendió al poder en el año 365 d.C. en un contexto de creciente tensión entre los tervingios y el Imperio romano.

En un momento de guerras civiles, apoyó con 10 000 soldados a Procopio, quien perdió contra Valente, que inmediatamente organizó unas campañas para acabar con los rebeldes godos. Los derrotó y llegaron a un nuevo pacto. Este pacto, aunque necesario para la supervivencia de los tervingios, debilitó la posición de Atanarico como líder. Algunos sectores del pueblo lo vieron como un gesto de debilidad y como un sometimiento al poder romano.

En el año 372 d.C., una nueva amenaza se cernía sobre los godos: la invasión de los hunos. Aceptó a los refugiados greutungos y planteó combate a los hunos, pero fueron derrotados. Tras esta derrota, fue derrocado por Alavivo y Fritigerno, y Atanarico se vio obligado a huir con sus seguidores hacia las montañas.

Asediados por los hunos y con escasos recursos, la posición de Atanarico se volvió muy difícil. Intentaría realizar algún hostigamiento a Fritigerno, pero al perder el favor de Roma y habiéndolo ganado ellos, acabó viviendo aislado con los pocos seguidores que aún le seguían.

Atanarico acabó llegando como refugiado a Constantinopla y murió poco después, en el año 381.

viernes, 16 de febrero de 2024

Manuel Belgrano, Procer de Argentina

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y González, nacido en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, fue un abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar argentino. Su figura se destaca como uno de los principales próceres de la Independencia Argentina, creador de la Bandera Nacional y prócer de la Patria.

Hijo de Domingo Belgrano y Peri, un comerciante italiano naturalizado español, y de María Josefa González Casero, una criolla de familia patricia, Manuel recibió una educación esmerada. Estudió en el Colegio de San Carlos y luego en las universidades de Valladolid y Salamanca en España, donde se graduó de abogado en 1793.

De regreso al Río de la Plata, se desempeñó como Secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires, impulsando reformas económicas y educativas.En 1806 y 1807, Belgrano se unió a las milicias urbanas que lucharon contra las tropas británicas. Su valor y su capacidad de organización fueron fundamentales para la victoria Sus ideas ilustradas y su compromiso con el desarrollo del país lo llevaron a participar activamente en la Revolución de Mayo de 1810.

Belgrano se incorporó al ejército patriota y participó en la Primera Campaña al Alto Perú, donde se destacó por su valor y su capacidad de liderazgo. En 1812, creó la Bandera Argentina a orillas del río Paraná, símbolo que hoy flamea como emblema nacional. Su decisión de enarbolar la bandera por primera vez en Rosario de la Frontera el 27 de febrero de 1812, sin autorización del gobierno central, demuestra su audacia y convicción. La bandera se convirtió en un símbolo de unidad para las tropas patriotas y un faro de esperanza para la causa independentista.

Su compromiso con la causa independentista lo llevó a comandar el Ejército del Norte en sucesivas campañas contra los realistas. A pesar de las dificultades y las derrotas, como la batalla de Vilcapugio y Ayohuma, Belgrano nunca se rindió y mantuvo viva la llama de la libertad. Su capacidad para reorganizar el ejército y mantener la moral de la tropa en los momentos más difíciles lo convierte en un ejemplo de liderazgo militar.

En 1816, participó del Congreso de Tucumán que declaró la Independencia de la Argentina. Tras la disolución del Congreso, Belgrano se dedicó a la diplomacia y a la política. Fue gobernador de Jujuy y Tucumán, y representante argentino ante el Congreso de Montevideo. En su labor diplomática, Belgrano se caracterizó por su astucia y su capacidad para negociar con los diferentes actores políticos de la región.

Falleció en Buenos Aires el 20 de junio de 1820, a los 50 años, dejando un legado de patriotismo, compromiso y lucha por la libertad. Su figura se yergue como una de las más importantes de la historia argentina, un ejemplo de entrega y sacrificio por la Patria.

En su honor se uso su imagen para elbillete de 5 pesos



La creación de la Bandera Argentina: Un símbolo de unidad y libertad

La historia de la creación de la Bandera Argentina está ligada a la figura de Manuel Belgrano, uno de los próceres de la Independencia Argentina. A principios de 1812, mientras se desempeñaba como jefe del Ejército del Norte, Belgrano se sintió inspirado por el cielo celeste de Rosario de la Frontera y decidió crear una bandera que representara a las Provincias Unidas del Río de la Plata.

El 27 de febrero de 1812, Belgrano izó por primera vez la Bandera Argentina a orillas del río Paraná. La bandera original era una enseña celeste y blanca con franjas horizontales de igual tamaño. Aunque no hay registros oficiales sobre el significado de los colores, se cree que el celeste representa el cielo y el blanco la pureza y la unión.

La creación de la Bandera Argentina fue un acto de gran audacia y patriotismo por parte de Belgrano. En ese momento, las Provincias Unidas del Río de la Plata aún no habían declarado su independencia de España, y la decisión de enarbolar una bandera propia era un desafío al poder colonial.

La Bandera Argentina se convirtió rápidamente en un símbolo de unidad para las tropas patriotas. En las batallas por la independencia, la bandera era un faro de esperanza que motivaba a los soldados a luchar por la libertad.

En 1816, el Congreso de Tucumán oficializó la Bandera Argentina como símbolo nacional. La ley del 20 de julio de 1816 estableció que la bandera sería de color celeste y blanco, con tres franjas horizontales de igual tamaño.

A lo largo de su historia, la Bandera Argentina ha sido testigo de los momentos más importantes del país. Ha flameado en las batallas por la independencia, en las guerras civiles, en la conquista del desierto, en la organización nacional y en el desarrollo del país como nación moderna.

La Bandera Argentina es un símbolo de unidad, libertad e identidad nacional. Representa los valores que nos unen como argentinos: la lucha por la libertad, la búsqueda del bien común, el respeto por la diversidad y la esperanza en un futuro mejor.

Simbolismo de la Bandera Argentina:

  • Color celeste: Representa el cielo, la inmensidad y la esperanza.

  • Color blanco: Representa la pureza, la paz y la unión.

  • Franjas horizontales: Simbolizan la igualdad entre las provincias.

  • Sol de Mayo: Representa la libertad, la independencia y la gloria.

sábado, 10 de febrero de 2024

Arrio el fundador del Arrianismo

Arrio nació alrededor del año 256 d.C. en la ciudad de Ptolemaida, en la Cirenaica romana (actual Libia). Se sabe poco de su familia o de su infancia, tal vez descienda de descendientes bereberes romanizados, se cree que recibió una educación cristiana sólida, probablemente en Alejandría, un centro de teología y aprendizaje en la época. Uno de sus oponentes lo describe asi: alto y delgado, de aspecto distinguido y finos modales. Las mujeres lo adoraban, encantadas por sus buenas maneras, tocadas por su apariencia de asceta. A los hombres les impresionaba su aura de superioridad intelectual

Arrio se convirtió en presbítero en Alejandría, donde se distinguió por su ascetismo, su piedad y su elocuencia. Su ascenso en la Iglesia fue rápido, y en 311 d.C. ya era reconocido como un líder de la comunidad cristiana local.

Controversia teológica:

En 318 d.C., Arrio se vio envuelto en una controversia teológica con su obispo, Alejandro de Alejandría. La disputa giraba en torno a la naturaleza de Cristo. Arrio sostenía que el Hijo de Dios era una criatura, aunque la más perfecta de todas las criaturas, y que no era coeterno con el Padre. Esta postura, conocida como arrianismo, se contraponía a la doctrina ortodoxa que defendía la divinidad de Cristo y su consustancialidad con el Padre. Se cree que el pensamiento de Arrio estaba influenciado por las enseñanzas de Luciano de Antioquía, un célebre mártir cristiano denominado tambien como el arriano antes que Arrio. Su ideas estuvo tambien muy influenciado en los textos de Origenes de Alejandria teólogo y filósofo cristiano del siglo III, fue una figura influyente en el pensamiento de Arrio, Orígenes, considerado uno de los Padres de la Iglesia, exploró la naturaleza de la Trinidad, planteando la subordinación del Hijo al Padre. Aunque no se consideran arrianos, algunos conceptos de Orígenes, como la idea del Logos como criatura del Padre, abonaron el terreno para las ideas de Arrio.

Exilio y controversias:

Las ideas de Arrio fueron condenadas por Alejandro y por un sínodo local en 321 d.C. Arrio fue exiliado y se refugió en Nicomedia, donde encontró el apoyo del obispo Eusebio. La controversia arriana se extendió por todo el Imperio Romano, dividiendo a las comunidades cristianas y atrayendo la atención del emperador Constantino I.

Concilio de Nicea y regreso:

En 325 d.C., Constantino convocó el Concilio de Nicea, un concilio ecuménico que reunió a obispos de todo el imperio para discutir la controversia arriana. El concilio condenó el arrianismo y proclamó la divinidad de Cristo. Arrio fue exiliado de nuevo, pero tras la muerte de Constantino en 337 d.C., pudo regresar a Constantinopla.

Muerte y legado:

Arrio murió en Constantinopla en el año 336 d.C. poco se sabe de la causa de su muerte, tal vez era un personaje demasiado incomodo y viendo como se mantenía en el imperio sus doctrinas acabaron envenenándolo.

El Arrianismo

El arrianismo, doctrina teológica desarrollada por Arrio en el siglo IV d.C., negaba la divinidad de Cristo y su consustancialidad con el Padre. Arrio sostenía que Jesús era una criatura, aunque la más perfecta, creada por Dios Padre. Esta postura chocaba frontalmente con la doctrina ortodoxa de la Trinidad, que defendía la divinidad de Cristo y su igualdad con el Padre.

El arrianismo generó un gran conflicto en el seno del cristianismo, dividiendo a las comunidades cristianas y enfrentando a teólogos y obispos. La controversia llegó a tal punto que el emperador Constantino I convocó el Concilio de Nicea en 325 d.C. para dirimir la cuestión. El concilio condenó el arrianismo y proclamó la divinidad de Cristo, pero la controversia no se apagó del todo.

El arrianismo persistió durante siglos, especialmente entre los pueblos germánicos, y fue una de las principales herejías que enfrentó la Iglesia primitiva. Su influencia se extendió por todo el Mediterráneo y llegó a tener un impacto significativo en el desarrollo del cristianismo.

Tras la muerte de Arrio en el año 336 d.C., el arrianismo continuó siendo una fuerza importante en el cristianismo primitivo durante siglos. Sus seguidores, conocidos como arrianos, se dividieron en diferentes grupos con diversas interpretaciones de la teología arriana.

El arrianismo experimentó varios periodos de auge y declive, influyendo en la política imperial y en las comunidades cristianas de todo el Mediterráneo. Algunos emperadores romanos, como Constancio II y Valente, apoyaron el arrianismo, mientras que otros, como Teodosio I, lo persiguieron.

El Concilio de Constantinopla en 381 d.C. reafirmó la doctrina trinitaria ortodoxa y condenó el arrianismo una vez más. A partir de ese momento, el arrianismo comenzó a declinar en el Imperio Romano, aunque persistió durante más tiempo entre algunos pueblos germánicos como los visigodos.

En los siglos siguientes, el arrianismo fue finalmente erradicado en Europa occidental por la Iglesia católica. Sin embargo, sus ideas tuvieron un impacto duradero en el desarrollo del cristianismo, impulsando la reflexión teológica sobre la Trinidad y la naturaleza de Cristo.


El arrianismo, como doctrina teológica formal, ha desaparecido en gran medida del cristianismo actual. La Iglesia católica, junto con la mayoría de las demás iglesias cristianas, lo considera una herejía.

Sin embargo, algunas ideas y conceptos arrianos pueden encontrarse en ciertos grupos religiosos contemporáneos, como:

1. Testigos de Jehová: Aunque no se consideran arrianos, su teología sobre Jesús tiene algunas similitudes con el arrianismo. Creen que Jesús es el Hijo de Dios, pero no lo consideran coeterno ni consustancial con el Padre.

2. Unitarios: Los unitarios, que rechazan la doctrina de la Trinidad, también comparten algunas ideas con el arrianismo al negar la divinidad de Cristo.

3. Algunos grupos pentecostales y evangélicos: Algunos grupos dentro de estas tradiciones pentecostales y evangélicas sostienen ideas subordinacionistas sobre la relación entre Jesús y el Padre, que se acercan a algunas ideas arrianas.

4. Neoarrianismo: En los últimos años, ha habido un resurgimiento del interés por el arrianismo, con algunos teólogos e historiadores que se han autodenominado "neoarrianos". Estos neoarrianos reinterpretan las ideas de Arrio a la luz de la investigación histórica moderna.

viernes, 9 de febrero de 2024

Aorico, continuador de la dinastía baltinga

Aorico fue un caudillo tervingio, hijo de Ariarico, que vivió en la segunda mitad del siglo IV d.C. Nació en el territorio de la actual Rumanía, en el seno de una familia de la nobleza gótica.

En 332, su padre, Ariarico, firmó un tratado con el emperador romano Constantino I el Grande, por el que los tervingios se comprometían a defender las fronteras del Imperio Romano contra los sármatas. Aorico, como hijo del caudillo, jugó un papel importante en la negociación de este tratado, yendo él junto a otros hijos de nobles godos como rehenes para garantizar que se cumpliera el pacto. Y aunque fueron tratados con todos los lujos, nunca llegó a aceptar la supremacía de Roma y les guardó un odio eterno que transmitiría a su hijo Atanarico.

En la década de 340, surgió un conflicto entre los tervingios y los romanos por el que aquellos cruzaron en invierno el Danubio, en aquel momento helado, para invadir Mesia. Aorico lideró a los tervingios en esta invasión, que resultó exitosa. En esta y como represalia contra Roma, persiguió a los cristianos al verlos como una amenaza a sus costumbres y religión, y percibirlos como un elemento prorromano que estaba empezando a calar entre el pueblo godo.

En 348, Aorico se enfrentó al emperador Constancio II en la batalla de Marcianople. La batalla fue una victoria romana, pero Aorico logró escapar.

En 351, Aorico se enfrentó de nuevo a los romanos en la batalla de Mursa Major. Esta vez, la batalla fue una victoria tervingia. Aorico aprovechó su victoria para negociar un nuevo tratado con los romanos, por el que los tervingios se comprometían a abandonar Mesia y establecerse en Tracia.

Aorico murió en 352, siendo sucedido por su hijo Atanarico.



domingo, 4 de febrero de 2024

Ariarico, primer rey baltingo de los tervingios


Ariarico fue el primer jefe tervingio (juez) cuya existencia está históricamente confirmada aunque pudo no ser el primero ya que pudo haber otra dinastia anterior derrocada por el. Nació en el siglo III d.C. y murió en el año 336 d.C. Fue un líder militar y político hábil que logró unir a los tervingios bajo su mando y establecer relaciones de cooperación con el Imperio Romano.

Ariarico era miembro de la dinastía de los Baltingos, que gobernó a los tervingios durante siglos. Su nombre pudo derivar de Baltha (Balþa o Balþs en godo), un vocablo que Jordanes tradujo como audaz aunque Wolfram indica la posibilidad que el origen del término estuviera en la legendaria isla de Baltia una isla legendaria que los romanos ubicaban en el mar Baltico y del que creian que era la patria original de los godos.

En el año 332 d.C., Ariarico firmó un foedus con el emperador romano Constantino I el Grande. El acuerdo establecía que los tervingios pagarían tributo al Imperio Romano y proporcionarían reclutas al ejército imperial. En contrapartida, los romanos reconocieron a Ariarico como el jefe de los tervingios. 

Un foedus romano era un tratado solemne y vinculante de asistencia mutua a perpetuidad entre Roma y otra nación. Se utilizaba para establecer relaciones de paz, alianza o vasallaje entre Roma y otros pueblos, generalmente bárbaros, se celebraban con una ceremonia solemne, en la que se hacían ofrendas a los dioses y se juraba fidelidad a los términos del tratado. Los términos de los foedera podían variar, pero generalmente incluían cláusulas sobre asistencia militar, comercio, tributos y fronteras. Los foedus fueron una herramienta importante para la expansión del Imperio Romano. Permitían a Roma controlar a los pueblos bárbaros sin tener que conquistarlos directamente.

El acuerdo entre Ariarico y Constantino I fue un éxito para ambos lados. Los romanos obtuvieron aliados valiosos en la frontera norte del Imperio, mientras que los tervingios obtuvieron una mayor autonomía.

Ariarico gobernó a los tervingios durante catorce años. Durante su reinado, los tervingios se convirtieron en una fuerza importante en la región del Danubio. Ariarico murió en el año 336 d.C. y fue sucedido por su hijo, Aorico.



jueves, 1 de febrero de 2024

Canabaudes, el primer rey de los Tervingios

Canabaudes fue el primer rey de los tervingios durante el siglo III de godos, que murió en una batalla contra el emperador romano Aureliano.

Se desconoce la fecha exacta de nacimiento de Canabaudes, pero se cree que fue en la década de 240. Era hijo de un líder gótico llamado Gérico, que había luchado en varios combates con los romanos, tal vez bajo el mando de Cniva como jefe de una tribu a la que solo le unía una federación temporal.

Debió pasar su juventud viendo cómo su pueblo iba a la guerra contra Roma y plantaba cara sin ningún complejo. Muchos guerreros volvían con riqueza y gloria. Al estar en una familia noble, fue entrenado para comandar sus huestes en batallas contra sus vecinos. Sin duda, debió destacar en batalla, con lo que consiguió crearse una buena reputación en pequeñas batallas contra otros pueblos bárbaros.

Canabaudes se convirtió en líder de los Tervingios en el año 266, tras la muerte de su padre. Bajo su liderazgo, los Tervingios se convirtieron en una fuerza militar poderosa que amenazaba la frontera romana del Danubio. En 267, junto a sus huestes y otras tribus vecinas con hambre de gloria y riquezas, cruzó el Danubio para saquear Panonia Inferior, aunque con poco éxito. Los romanos ya le habían tomado la medida a los godos y estaban más organizados.

En el año 271, Canabaudes lideró otra invasión de la provincia romana de Dacia. El emperador Aureliano marchó al norte para enfrentarse a los godos, y los dos ejércitos se enfrentaron en la batalla de Trajanópolis, en la actual Moldavia. La batalla fue una victoria romana, y Canabaudes murió en combate. Su muerte marcó el final de la invasión gótica de Dacia, aunque consiguió poner a los godos a la cabeza de las tribus más temidas por Roma.

 

Legado

La muerte de Canabaudes marcó un punto de inflexión en las relaciones entre los godos y los romanos. Tras su muerte, los godos se convirtieron en una amenaza aún mayor para el Imperio Romano, que tuvo que abandonar Dacia para siempre a manos de los pueblos bárbaros, y sus invasiones asolaron las provincias romanas durante los siglos siguientes.

Posiblemente el rey godo Alica perteneciese al mismo linaje que Canabaudes, que prestó sus servicios a Licinio en 324 en su lucha contra Constantino por el dominio del imperio. Aunque fueran grandes guerreros, no pudieron impedir que Constantino ganase y debieron retirarse a sus tierras tras la derrota.

En el 331 los godos tuvieron una guerra con Constantino que les asestó una durísima derrota, obligándoles a firmar un foedus donde los godos se convertirían en aliados de Roma y los tervingios serían aceptados como un reino propio. Fue firmado por Ariarico, primer rey baltingo, el cual en el 328 se había impuesto como rey de los tervingios, seguramente al perder prestigio Alica por sus derrotas, y caer este clan a un plano más secundario, esperando un momento idóneo para que su familia volviese al poder.