domingo, 26 de mayo de 2024

Joan Coromines: Un titán de la filología

Infancia y despertar vocacional

Joan Coromines i Vigneaux nació en Barcelona el 21 de marzo de 1905, en el seno de una familia acomodada e intelectual. Su padre, Pere Coromines, era un reputado abogado y político republicano, mientras que su madre, Celestina Vigneaux, era maestra y una apasionada de la lengua catalana. Desde temprana edad, Joan se vio rodeado de libros y estimulado por un ambiente culto que despertó en él una profunda curiosidad por el lenguaje.

A los ocho años, Coromines ingresó en el Colegio San Jaime, una institución jesuita donde recibió una sólida formación clásica. Allí, además de latín y griego, aprendió francés, inglés y alemán, idiomas que dominarían a la perfección a lo largo de su vida. Su fascinación por las lenguas se intensificó durante esta etapa, y comenzó a realizar sus primeras pinitos en el campo de la etimología, buscando el origen y significado de las palabras.

Estudios universitarios y primeros pasos en la investigación

En 1922, Coromines inició sus estudios universitarios en la Facultad de Derecho de Barcelona. Sin embargo, su verdadera pasión residía en la filología, y pronto se decantó por la licenciatura en Filosofía y Letras, especializándose en lengua catalana. Durante esta época, asistió a las clases del reconocido lingüista Manuel de Milà i Fontanals, quien lo introdujo en los métodos científicos de la filología románica y lo motivó a profundizar en sus investigaciones.

En 1925, con apenas 20 años, Coromines publicó su primer artículo académico, "Sobre el vocalismo catalán", en la revista catalana "Anuari del Institut d'Estudis Catalans". Este trabajo inicial evidenció su precoz talento y su dominio de la lingüística histórica. Al año siguiente, obtuvo una beca de la Junta de Ampliación de Estudios para realizar estudios en la Universidad Central de Madrid, donde se doctoró en 1928 con una tesis sobre los dialectes catalanes.

Exilio y consolidación como filólogo

La Guerra Civil española marcó un punto de inflexión en la vida de Coromines. Afectado por el triunfo franquista y comprometido con la causa republicana, se vio obligado a exiliarse en 1939. Primero se estableció en Francia, donde trabajó como profesor en la Universidad de Toulouse. Posteriormente, en 1940, se trasladó a la Universidad de Chicago, donde ocupó la cátedra de Estudios Catalanes durante más de dos décadas.

En Estados Unidos, Coromines no solo consolidó su prestigio como filólogo, sino que también desarrolló una intensa actividad literaria. Durante esta etapa prolífica, publicó algunas de sus obras más importantes, entre las que destacan:

  • "Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico" (1954-1991): Una obra monumental que se convirtió en referencia fundamental para el estudio de la etimología del español.

  • "Onomasticon Cataloniae" (1972-1997): Un estudio exhaustivo sobre los topónimos catalanes.

  • "Breve diccionario etimológico de la lengua castellana" (1980): Una versión abreviada de su Diccionario crítico etimológico, dirigida a un público más amplio.

Además de estas obras de gran envergadura, Coromines publicó numerosos artículos y ensayos en revistas especializadas, impartió conferencias en universidades de todo el mundo y colaboró en diversos proyectos de investigación lingüística. En Chicago, se rodeó de un grupo de intelectuales y académicos de prestigio, como José Ferrater Mora, Pau Vila i Vila, Luis Santalo y Ramón Menéndez Pidal, con quienes mantuvo intensos debates y colaboraciones académicas.

Retorno a España y últimos años

En 1976, tras la muerte del dictador Francisco Franco, Coromines regresó a España. Se instaló en Pineda de Mar, donde dedicó sus últimos años a la revisión y ampliación de su Diccionario crítico etimológico. También publicó otros trabajos importantes, como "Onomasticon Cataloniae", un estudio sobre los topónimos catalanes, y "Breve diccionario etimológico de la lengua castellana", una versión abreviada de su obra magna.

Joan Coromines falleció en Pineda de Mar el 2 de enero de 1997, dejando un legado inigualable en el ámbito de la filología románica. Su obra, caracterizada por su rigor científico, su erudición y su claridad expositiva, lo convirtió en uno de los lingüistas más importantes del siglo XX. Su figura sigue siendo venerada por estudiosos y aficionados a la lengua en todo el mundo.

En 1976, tras la muerte del dictador Francisco Franco y la instauración de la democracia en España, Joan Coromines tomó la decisión de regresar a su tierra natal. Había vivido exiliado durante 37 años, primero en Francia y luego en Estados Unidos, donde había desarrollado una prolífica carrera como filólogo y consolidado su prestigio internacional.

El retorno de Coromines a España fue un acontecimiento largamente esperado por la comunidad intelectual catalana y española. Su figura era venerada por estudiosos y aficionados a la lengua, y su regreso simbolizaba la recuperación de la libertad y la cultura tras años de represión franquista.

Un retiro fecundo en Pineda de Mar

Coromines se instaló en Pineda de Mar, un pueblo de la Costa Brava donde había pasado algunos veranos durante su infancia y juventud. Allí, rodeado de familiares y amigos, dedicó sus últimos años a la revisión y ampliación de su obra magna, el "Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico".

A pesar de su avanzada edad, Coromines continuó con una intensa actividad intelectual hasta el final de sus días. Publicó algunos trabajos más, como "Mis primeros pasos en la investigación filológica" (1976) y "Apuntes para un diccionario manual de etimología catalana" (1983), y participó en diversos coloquios y homenajes en su honor.

Reconocimiento y legado inigualable

En España, Coromines recibió el reconocimiento que se merecía por su dilatada trayectoria y su invaluable contribución al estudio de la lengua. En 1984, fue galardonado con el Premio de Honor de las Letras Catalanas, uno de los más prestigiosos galardones literarios de Cataluña.

Joan Coromines falleció en Pineda de Mar el 2 de enero de 1997, a los 91 años de edad. Su muerte dejó un vacío irreparable en el mundo de la filología románica. Su legado, sin embargo, sigue vivo en su extensa obra, que continúa siendo consultada y estudiada por investigadores y aficionados a la lengua en todo el mundo.

El impacto del regreso de Coromines

  • Símbolo de la recuperación cultural: El regreso de Coromines a España representó un símbolo de la recuperación cultural y lingüística tras la represión franquista. Su figura inspiró a una nueva generación de filólogos y estudiosos de la lengua catalana.

  • Contribución a la normalización del catalán: A pesar de vivir exiliado durante gran parte de su vida, Coromines nunca abandonó su compromiso con la lengua catalana. Su regreso a España le permitió contribuir de manera directa a la normalización del catalán en el ámbito académico y cultural.

  • Figura venerada y admirada: Coromines fue una figura venerada y admirada por intelectuales, escritores y aficionados a la lengua en toda España. Su erudición, su rigor científico y su pasión por la lengua lo convirtieron en un referente insustituible.

  • Legado vivo: El legado de Joan Coromines sigue vivo en su extensa obra, que continúa siendo consultada y estudiada por investigadores y aficionados a la lengua en todo el mundo. Su figura sigue inspirando a nuevas generaciones de filólogos y estudiosos del lenguaje.

La Fundación Joan Coromines, creada en 1990 por el propio filólogo, tiene como objetivo principal la investigación, la conservación y la difusión de la obra de Joan Coromines, así como la promoción de la lengua catalana y la filología románica. La Fundación tiene su sede en Barcelona y cuenta con un amplio fondo documental que incluye manuscritos, correspondencia, libros y otros materiales relacionados con la vida y obra de Coromines.

La Fundación lleva a cabo diversas actividades para cumplir con sus objetivos, entre las que destacan:

  • Publicación de estudios y monografías sobre la obra de Coromines y la filología románica.

  • Organización de conferencias, seminarios y cursos sobre lengua y literatura catalanas.

  • Concesión de becas de investigación a jóvenes filólogos.

  • Mantenimiento de la página web de la Fundación, que ofrece información sobre la vida y obra de Coromines, así como acceso a una base de datos de su obra.

  • Colaboración con otras instituciones en proyectos de investigación y difusión de la lengua catalana.

La Fundación  Coromines

La Fundación Coromines es una institución de referencia en el ámbito de la filología románica y la lengua catalana. Su trabajo contribuye a la conservación y difusión del legado de Joan Coromines, uno de los filólogos más importantes del siglo XX, y a la promoción del estudio y la investigación de la lengua catalana.

  • Importancia de la Fundación: La Fundación Joan Coromines juega un papel fundamental en la preservación y difusión del legado de Joan Coromines, uno de los filólogos más importantes del siglo XX. Su trabajo contribuye a mantener viva la memoria de Coromines y a asegurar que su obra siga siendo estudiada y valorada por las generaciones venideras.

  • Impacto en la filología románica: La Fundación Joan Coromines ha realizado una importante labor en el ámbito de la filología románica. Sus investigaciones y publicaciones han contribuido a un mayor conocimiento de la historia y evolución de las lenguas románicas.


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